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La incorporación de las tecnologías digitales está llevando a un cambio de paradigma en la industria, conocido como Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial.

La industria 4.0 está rodeada de tecnologías y nuevas áreas de conocimiento como la fabricación aditiva, la realidad aumentada, la simulación o el Big Data.”

Pero también se refiere a nuevos modelos de negocio basados en lo digital, una nueva cultura empresarial que incorpora nuevos valores como la colaboración entre áreas y departamentos, la formación de equipos multifuncionales, el enfoque experimental. En definitiva, una nueva organización del lugar de trabajo.

El ecosistema digital y su plena implantación en la fábrica, ya está afectando a trabajadores y directivos, que tienen que dotarse de nuevas competencias que acompañan su experiencia y conocimientos técnicos.

La capacidad de adaptarse a los cambios tecnológicos y de introducir nuevos procesos y modelos de negocio en un mundo digital es un componente clave para el futuro del sector industrial europeo.

Nuevas capacidades como la ciencia de datos, la gestión de la innovación digital, el mantenimiento predictivo y, en general, las llamadas nuevas habilidades digitales se integrarán tarde o temprano en los procesos de producción y en la cadena de valor de todas las industrias. No cabe duda de que los modelos de negocio de la industria van a cambiar radicalmente y, para ello, deben adaptar sus capacidades al mundo digital.

Uno de los mayores desafíos para las industrias son las personas, no la tecnología. El éxito de las estrategias 4.0 depende, en gran medida, de las habilidades y el conocimiento. En otras palabras, talento y personas, por lo que cualquier estrategia debe centrarse no sólo en la tecnología sino también en las personas. Asimismo, abordar un proceso de transformación cultural en la organización y gestión.

Cuando se trata de la gestión operativa, muchas empresas industriales confirman que sus trabajadores tienen poca formación y conocimientos para hacer frente a los cambios necesarios. En particular, destacan la falta de cualificaciones digitales.

Pero también existe un amplio consenso de que el 4.0 no sólo afecta a las competencias técnicas o digitales, sino que también afecta plenamente a las competencias personales de los trabajadores y directivos de la industria.

Además, los silos internos operativos ya no funcionan. La industria 4.0 requiere, al mismo tiempo, la integración entre las operaciones técnicas, la TI y el negocio. Hay un cambio hacia modelos colaborativos, tanto internos como externos: fuerza de trabajo, proveedores, clientes y usuarios, y otras partes interesadas.

En resumen, para que las empresas puedan captar valor de los beneficios y promesas de la industria 4.0, necesitan crear nuevas capacidades internas y crear equipos multifuncionales para gestionar la innovación y el cambio.

El equipo de RESTART ha diseñado un conjunto de habilidades que propone una selección de las habilidades y competencias profesionales esenciales para realizar, trabajar, producir y liderar industrias y ecosistemas digitales.

Las competencias profesionales en 4.0 son una mezcla de habilidades personales, digitales y específicas acompañadas de una combinación de conocimientos y habilidades complementarias para hacer negocios y crear valor en una economía digital.